Madrugamos para compaginar las temperaturas de agosto con el placer de disfrutar de una caminata entre robles. Subimos por los linares hasta la carretera de Piornal, bajamos a coger el carril de la sierra en el cruce de la Vera con Barrado. Como otros años, bordeamos el pantano, nos asomamos a las majás y bajamos por los carreteros. El Valdío tiene cada año más amigas y amigos que deciden darse un buen paseo para disfrutar de sus vistas. ¡Gracias por acompañarnos!